viernes, octubre 06, 2006

 

Los Trastornos y Dificultades de Aprendizaje

¿Tener bajo rendimiento, implica que la causa sea un trastorno de aprendizaje? No significa necesariamente que el alumno presente un trastorno de aprendizaje, solo puede ser una dificultad pasajera, la cual puede superarse con un trabajo de tutoría en aula o el hogar, por docentes, compañeros de curso, padres, hermanos, primos, etc. Es importante intentar distintas formas o estrategias de enseñar, así como de aprender (metodologías), como por ejemplo: individualmente, en un horario estable, en un lugar silencioso, mejorar los hábitos y técnicas de estudio, etc. Si luego de agotar todas las instancias, no se consigue avance, considere la posibilidad de que exista un trastorno de aprendizaje. Por lo tanto, se recomienda de asesoría Psicopedagógica.
Las dificultades de aprendizaje
Las dificultades de aprendizaje, varían en el tiempo y tienen rápida evolución, al recibir apoyo pedagógico adecuado de parte de docentes, padres o tutores.
Las dificultades de aprendizaje de un alumno, con un bajo rendimiento, pueden deberse a: problemas emocionales, lo cual provoca desmotivación, falta de ánimo, distracciones, etc.; Cansancio excesivo, por estrés, pocas horas de sueño, enfermedad, etc. ; la etapa del desarrollo en que se encuentra (madurez); un nuevo ambiente (cambio de colegio o casa); a una mala experiencia asociada (agresiones como: golpes, gritos, burlas, accidentes, retos excesivos, etc.); la metodología utilizada por el docente, la cual no logra captar el interés y por consiguiente, la atención y motivación necesaria del alumno; la falta de hábitos de estudio, que en muchas ocasiones se arrastran durante años, sin mostrar grandes variaciones.
Los trastornos de aprendizaje
Los trastornos de aprendizaje son condiciones permanentes que pueden evolucionar positiva o negativamente, y que por lo tanto, requieren ser detectados a temprana edad. Al no ser detectados y apoyados pedagógicamente, continúan debilitando el proceso de aprendizaje, afectando la autoestima y su desarrollo académico.
Dentro de los trastornos de aprendizaje, podemos encontrar:
1. Trastornos sensoriales.
2. Trastornos motores.
3. Trastornos Específicos del aprendizaje: Discalculia, Disgrafía, Dislexia, Dislalia, Disortografía.
4. Déficit atencional. Atención-concentración y memoria. Dificultades de retención.
5. Problemas de madurez neurológica.
6. Aprendizaje lento.
7. Hiperactividad. Asociada a la impulsividad.
Más adelante desarrollaremos cada uno de estos trastornos del proceso de aprendizaje.
Características de los trastornos de aprendizaje
A continuación se presentan algunos de sus más comunes manifestaciones, y si observa al menos uno de estos, durante algunos meses de forma reiterada y luego de descartar otras atenuantes como los mencionados anteriormente (dificultades), es posible estar en presencia de un trastorno de aprendizaje.
Edad Pre-escolar
· Tarda más en hablar que la mayoría de los niños.
· Tiene problemas de pronunciación.
· El ampliar de su vocabulario es lento; con frecuencia tarda en encontrar la palabra correcta.
· Tiene dificultades para rimar palabras.
· Es muy inquieto(a) y se distrae con facilidad.
· Tiene problemas de interacción con niños de su edad.
· Tiene problemas para aprender los números, el alfabeto, los días de la semana, los colores y las formas.
· Encuentra dificultades para seguir instrucciones y rutinas.
· Presenta un desarrollo lento de las destrezas motoras que requieren movimientos delicados.
Kinder a 4º Básico
· Tarda en aprender la relación que existe entre las letras y los sonidos (grafema/fonema).
· Confunde palabras básicas (p. ej: correr, comer, querer).
· Con frecuencia comete los mismos errores al leer o deletrear: confusión de letras de simetría opuesta(b/d); inversiones(b/d; m/w); transposiciones(casa/saca); o sustituciones(casa/hogar).
· Transpone las secuencias de números y confunde los signos aritméticos (+,-, x, /,=)
· Tiene dificultades para recordar datos.
· Tiene dificultades para aprender nuevas habilidades; depende mucho de la memorización.
· Es impulsivo y no sabe organizarse.
· No sujeta el lápiz adecuadamente (utiliza la palma y no los dedos).
· Tiene problemas para leer el reloj de manecillas.
· Presenta mala coordinación; poco consciente de su entorno físico; propenso a los accidentes.
5º a 8º Básico
· Invierte secuencias de letras (casa/saca, sol/los).
· Tiene dificultades para aprender prefijos, sufijos, raíces y otras estrategias de ortografía.
· Evita la lectura en voz alta.
· Tiene dificultades de comprensión lectora. Necesita leer repetidamente el texto.
· Tiene dificultades de escritura. Faltas ortográficas recurrentes.
· Confusión de letras al escribir (bxv/sxc/zxs/etc.)
· Omite letras al escribir.
· Evita redactar. Redacción pobre. Acentuación y puntuación deficiente.
· Sujeta inadecuadamente el lápiz, con demasiada fuerza o utilizando toda la palma
· Tiene dificultades para comprender problemas matemáticos.
· Carece de facilidad para recordar datos. Memoria a corto plazo muy débil.
Estudiante de educación secundaria y adulto
· Continúa con problemas de ortografía; con frecuencia escribe una palabra de varias formas distintas en un mismo texto.
· Evita tareas de lectura y redacción.
· Comprensión lectora limitada, requiere repetir una lectura frecuentemente.
· Tiene dificultades para resumir. Identificar lo más y menos relevante.
· En los exámenes, tiene problemas para contestar preguntas que exigen respuesta amplia.
· Presenta dificultades para memorizar. Memoria irregular.
· Tiene dificultades para adaptarse a nuevos ambientes.
· Trabaja con lentitud.
· Tiene dificultades para comprender conceptos abstractos.
· Presta muy poca atención a los detalles o se concentra demasiado en ellos.
· Malinterpreta la información que lee.
Es importante destacar que toda persona que presenta trastornos de aprendizaje, puede superarse, cuenta con un gran potencial. Son por lo general, personas de una gran inteligencia, sin embargo, el trastorno les impide aprovecharla por completo. Con frecuencia buscan maneras distintas de hacer las cosas, lo que a veces es mal mirado. Debemos darles la oportunidad de sentirse provechosos. Conocer sus intereses nos permitirá entregarles estrategias y materiales que despierten en ellos el interés y la motivación por aprender.


Leonardo M. Gómez M. Psicopedagogo, Licenciado En Educación.

Bibliografía:
Garcia Sánchez, J. Nicasio. (1998). Manual de Dificultades de Aprendizaje. Madrid. España: Editorial NARCEA, S.A. Oyarce Pinto, Sylvia. (2002). Evaluación Diferenciada. Santiago. Chile: Revista REPSI.

domingo, septiembre 24, 2006

 

Autoestima y aprendizaje

Para desarrollar un análisis adecuado de la relación entre autoestima y aprendizaje se hace necesario, como en toda búsqueda de consenso la utilización de un mismo lenguaje, por lo tanto, es imprescindible partir por definir algunos conceptos claves relacionados entre sí, los cuales nos ayudarán a comprender esta relación.
Cabe mencionar que en todo proceso intervienen múltiples factores, los cuales pueden interactuar con distinta intensidad, variando de un individuo a otro.
La motivación a la base del aprendizaje
Aprendizaje es la adquisición y utilización de habilidades, o conocimientos nuevos. Cuando hablamos del proceso de aprendizaje, no debemos olvidar que este, tiene estrecha relación con el interés o motivación que nos despierta el deseo de enfrentarlo, lo cual es reconocido como uno de los pilares fundamentales de la trascendencia y/o continuidad en el tiempo de dicho aprendizaje, es decir, mientras más motivado esté, mejor será el aprendizaje que se obtendrá.
La Motivación se refiere a lo que nos moviliza a realizar una actividad por la simple satisfacción de hacerla, sin estímulos externos que nos obliguen o apremien. Algunos expertos de la psicología consideran que el ser humano tiene la motivación intrínseca de enfrentar los desafíos. Como ejemplo, podemos citar la experiencia de un bebe que intenta salir de su corral o cuna, abrir una puerta para ver lo que hay más allá o aprender a atarse los cordones de los zapatos, a lo cual dedican largos períodos para alcanzar su objetivo.
El deseo de enfrentar y resolver desafíos está a la base de la motivación intrínseca. Este deseo se alimenta de la necesidad de controlar sus propias decisiones(autonomía), poder realizar las cosas de manera satisfactoria(aptitud), sentirse parte de una comunidad(sentido de pertenencia y relación), sentirse bien consigo mismo (autoestima) y hallar placer en lo que hace (participación y estímulo).
Por lo tanto, se hace necesario resaltar que en el proceso de aprendizaje, no solo incide la autoestima, sino que es uno más de los factores que intervienen en dicho proceso. Sin embargo, no por eso es menos importante la relación que existe entre ambos.
Autoconcepto y autoestima
Para hablar de autoestima, tenemos que hacer referencia al Autoconcepto, que es el conjunto de particularidades que una persona utiliza para describirse. Siendo la Autoestima, la valoración emocional que una persona hace de esta descripción en su totalidad.
Muchos de las dificultades de aprendizaje de los alumnos tienen estrecha relación con una autoestima baja o negativa. Cuando docentes y padres nos preocupamos de generar autoestima positiva debemos señalar a los alumnos, altos niveles de confianza en sus capacidades, expresarle con frecuencia el afecto incondicional y expectativas respetuosas y positivas en relación a sus logros futuros. Por el contrario, si solo presentamos desconfianza en sus habilidades y conductas, escasas expresiones de afecto, expectativas pesimistas y bajas en relación a sus logros futuros, estaremos fortaleciendo una autoestima negativa.
Cuando hay baja autoestima, las personas se hacen dependientes, son poco perseverantes y carecen de audacia para las elecciones existenciales. Surgen dudas sobre las propias capacidades y una sensación de no estar a la altura. En caso de éxito y a pesar de él, persiste la sensación de ser mediocre. Una persona con baja autoestima, es inhibida, presenta constantemente dudas sobre su accionar, recurre con frecuencia al abandono y falta de perseverancia.
En cambio, una autoestima positiva, hace que las personas sean capaces de enfrentar situaciones nuevas o difíciles. Hace que se quieran a pesar de sus defectos, de los límites o fracasos. Se puede resistir la adversidad y recobrarse del fracaso. Una persona que en su infancia ha sido querida y estimulada afectivamente, se transforma en un adulto estable, que es capaz de confiar en los otros, es capaz de resistir las críticas y el rechazo. Son personas que actúan fácilmente y con rapidez.
Autoestima y escuela
Existen sistemas educacionales en los cuales la presión y la amenaza son utilizadas como mecanismos para obtener resultados académicos de sus alumnos, sin embargo, está claramente demostrado que no son el mejor método para este fin. A pesar de lograr éxito académico discreto con algunos alumnos, en la mayoría de los casos son un fracaso, de la misma forma en el rendimiento académico como en el desarrollo afectivo; para todos los alumnos, el costo emocional en relación a la autoestima es de alto potencial destructivo. Tanto los docentes como los alumnos experimentan sentimientos negativos que en definitiva son perjudiciales para la relación y la formación de la identidad.
Por otro lado, los sistemas educativos y familiares que se basan en que los niños desarrollen lo mejor de si, establecen las bases para la formación de una autoestima fortalecida. En la cual cada individuo se siente querido, apreciado por ser él. Valorado por sus éxitos, habilidades y características individuales. Un sistema así, favorece el autoconocerse y apreciarse, el primer paso para construir una autoestima sana y enriquecida.
Leonardo M. Gómez M. Psicopedagogo, Licenciado En Educación.

Bibliografía:
Garcia Sánchez, J. Nicasio. (1998). Manual de Dificultades de Aprendizaje. Madrid. España: Editorial NARCEA, S.A.
Milicic Mûller, Neva. (2001). Creo en ti. Santiago. Chile: Editorial LOM.
Pope, Alice W. (1996). Mejora de la autoestima: técnicas para niños y adolescentes. Barcelona. España: Ediciones Martínez Roca, S. A.
Raffini, James. (1998). 150 Maneras de Incrementar la Motivación en la Clase. Capital Federal. Argentina: Editorial Troquel, S. A.

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