domingo, septiembre 24, 2006

 

Autoestima y aprendizaje

Para desarrollar un análisis adecuado de la relación entre autoestima y aprendizaje se hace necesario, como en toda búsqueda de consenso la utilización de un mismo lenguaje, por lo tanto, es imprescindible partir por definir algunos conceptos claves relacionados entre sí, los cuales nos ayudarán a comprender esta relación.
Cabe mencionar que en todo proceso intervienen múltiples factores, los cuales pueden interactuar con distinta intensidad, variando de un individuo a otro.
La motivación a la base del aprendizaje
Aprendizaje es la adquisición y utilización de habilidades, o conocimientos nuevos. Cuando hablamos del proceso de aprendizaje, no debemos olvidar que este, tiene estrecha relación con el interés o motivación que nos despierta el deseo de enfrentarlo, lo cual es reconocido como uno de los pilares fundamentales de la trascendencia y/o continuidad en el tiempo de dicho aprendizaje, es decir, mientras más motivado esté, mejor será el aprendizaje que se obtendrá.
La Motivación se refiere a lo que nos moviliza a realizar una actividad por la simple satisfacción de hacerla, sin estímulos externos que nos obliguen o apremien. Algunos expertos de la psicología consideran que el ser humano tiene la motivación intrínseca de enfrentar los desafíos. Como ejemplo, podemos citar la experiencia de un bebe que intenta salir de su corral o cuna, abrir una puerta para ver lo que hay más allá o aprender a atarse los cordones de los zapatos, a lo cual dedican largos períodos para alcanzar su objetivo.
El deseo de enfrentar y resolver desafíos está a la base de la motivación intrínseca. Este deseo se alimenta de la necesidad de controlar sus propias decisiones(autonomía), poder realizar las cosas de manera satisfactoria(aptitud), sentirse parte de una comunidad(sentido de pertenencia y relación), sentirse bien consigo mismo (autoestima) y hallar placer en lo que hace (participación y estímulo).
Por lo tanto, se hace necesario resaltar que en el proceso de aprendizaje, no solo incide la autoestima, sino que es uno más de los factores que intervienen en dicho proceso. Sin embargo, no por eso es menos importante la relación que existe entre ambos.
Autoconcepto y autoestima
Para hablar de autoestima, tenemos que hacer referencia al Autoconcepto, que es el conjunto de particularidades que una persona utiliza para describirse. Siendo la Autoestima, la valoración emocional que una persona hace de esta descripción en su totalidad.
Muchos de las dificultades de aprendizaje de los alumnos tienen estrecha relación con una autoestima baja o negativa. Cuando docentes y padres nos preocupamos de generar autoestima positiva debemos señalar a los alumnos, altos niveles de confianza en sus capacidades, expresarle con frecuencia el afecto incondicional y expectativas respetuosas y positivas en relación a sus logros futuros. Por el contrario, si solo presentamos desconfianza en sus habilidades y conductas, escasas expresiones de afecto, expectativas pesimistas y bajas en relación a sus logros futuros, estaremos fortaleciendo una autoestima negativa.
Cuando hay baja autoestima, las personas se hacen dependientes, son poco perseverantes y carecen de audacia para las elecciones existenciales. Surgen dudas sobre las propias capacidades y una sensación de no estar a la altura. En caso de éxito y a pesar de él, persiste la sensación de ser mediocre. Una persona con baja autoestima, es inhibida, presenta constantemente dudas sobre su accionar, recurre con frecuencia al abandono y falta de perseverancia.
En cambio, una autoestima positiva, hace que las personas sean capaces de enfrentar situaciones nuevas o difíciles. Hace que se quieran a pesar de sus defectos, de los límites o fracasos. Se puede resistir la adversidad y recobrarse del fracaso. Una persona que en su infancia ha sido querida y estimulada afectivamente, se transforma en un adulto estable, que es capaz de confiar en los otros, es capaz de resistir las críticas y el rechazo. Son personas que actúan fácilmente y con rapidez.
Autoestima y escuela
Existen sistemas educacionales en los cuales la presión y la amenaza son utilizadas como mecanismos para obtener resultados académicos de sus alumnos, sin embargo, está claramente demostrado que no son el mejor método para este fin. A pesar de lograr éxito académico discreto con algunos alumnos, en la mayoría de los casos son un fracaso, de la misma forma en el rendimiento académico como en el desarrollo afectivo; para todos los alumnos, el costo emocional en relación a la autoestima es de alto potencial destructivo. Tanto los docentes como los alumnos experimentan sentimientos negativos que en definitiva son perjudiciales para la relación y la formación de la identidad.
Por otro lado, los sistemas educativos y familiares que se basan en que los niños desarrollen lo mejor de si, establecen las bases para la formación de una autoestima fortalecida. En la cual cada individuo se siente querido, apreciado por ser él. Valorado por sus éxitos, habilidades y características individuales. Un sistema así, favorece el autoconocerse y apreciarse, el primer paso para construir una autoestima sana y enriquecida.
Leonardo M. Gómez M. Psicopedagogo, Licenciado En Educación.

Bibliografía:
Garcia Sánchez, J. Nicasio. (1998). Manual de Dificultades de Aprendizaje. Madrid. España: Editorial NARCEA, S.A.
Milicic Mûller, Neva. (2001). Creo en ti. Santiago. Chile: Editorial LOM.
Pope, Alice W. (1996). Mejora de la autoestima: técnicas para niños y adolescentes. Barcelona. España: Ediciones Martínez Roca, S. A.
Raffini, James. (1998). 150 Maneras de Incrementar la Motivación en la Clase. Capital Federal. Argentina: Editorial Troquel, S. A.

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